miércoles, 28 de septiembre de 2011

Una regla medía mi pene...y algo más

MIÉRCOLES, 28 DE SEPTIEMBRE DE 2011.- En esta ocasión me bricnaré el orden cronológico que ha tenido mi blog, en el que he venido explorando desde cuando empezaron mis primeros acercamientos a la homosexualidad. Ahora quiero presentarles un pasaje de mi vida que lo traigo muy presente y que sé que en alguna parte del basto infinito tendrá un eco en ese ser.

Corría la primavera de 1988 cuando estábamos en la preparatoria, edad en la que a la menor provocación explotábamos de sexualidad. Un amigo muy cercano siempre buscaba quedarse en mis equipos de trabajo en las materias que coincidíamos, nada extraño hasta el momento.

En una ocasión cuando nos tocaba el laboratorio de Quimica, típico de esa edad, presumíamos de nuestros atributos masculinos; más aún pues en nuestro equipo eran puras mujeres y él y yo hacíamos alarde de nuestra potencia, masculinidad e incluso hasta el tamaño de nuestro pene. Cosa que a nuestras compañeras les llenaba de gracia y más a nosotros nos motivaba a pavonearnos.

Un día, en pleno laboratorio de Química, mi compañero Renteria y yo presumíamos del tamaño de nuestros penes. Seguro de mi tamaño lo reté para medirnos y fui todavía más lejos, por cada centímetro mayor uno del otro pagaría un almuerzo. Nos armamos de una regla métrica cada uno y nos salimos del laboratorio para irnos al baño de hombres que estaba afuera del laboratorio. Una vez que entramos al baño, primero nos percatamos que no hubiera nadie en los cúbiculos. Ya en los migitorios, nos abrimos las batas blancas, sacamos ambos las reglas y las pusimos sobre el muro que dividía los migitorios de la entrada. Nos desabrochamos los pantalones y confienso que a partir de ese momento mi corazón empezó a palpitar fuertemente, mis manos sudaban y mi pene no reaccionaba, eran los nervios ante lo que estaba pasando. Rentería tranquilamente se sacó su pene, no circuncisado, medio flácido y me de dijo "miralo". Yo pasmado por ver su pene, no por el fuera feo, sino que era mi compañero de clase al que estaba viéndolo. Me dice "ahora sacatelo tu, o que ¿te rajas?" Para pronto que me saco mi pene que se empezaba a endurecerer y lo primero que me dice Rentería "Orale, si que lo que tienes grande". Ya con plena confianza le dije "¿Quieres medirlo para que veas cuantos desayunos me pagaras?", para mi sorpresa Rentería agarró mi pene con su mano a lo que repliqué inmediadamente "Ey, la regla...así no". Mi compañero me soltó mi pene y tomó la regla métrica que estaba sobre el migitorio y lo colocó cuidadosamente abajo de mi pene para medirlo, no sin antes cubrir con su mano mi pene y por debajo la regla "Mira que si esta más grande que el mío...y esta muy suave". Mi respiración sentía que se cortaba, mi corazón latía a mil por hora y mi pene cada vez se endurecía más. Rentería sobaba más mi pene contra la regla, excusado en la medición de mi miembro y yo paralizado. Alguien entró al baño...nos quedamos quietos...sentí sonrojarme del rostro casi inmediatamente...traté de guardarme mi pene muy endurecido y no pude, solo me tape con la bata blanca del laboratorio y me metí a un cubículo. Quien fuera quien haya entrada al baño, solo entró, se lavó las manos así que nunca se dio cuenta de nuestra presencia.

Yo adentro de mi cubículo y sin poder cerrar mi brageta por lo endurecido de mi pene, se me hizo facil empezarme a masturbar...de pronto una voz se escuchó de arriba de mi cabeza "¿Quieres que te ayude?" Voltee inmediatamente hacia arriba y era Rentería que estaba desde el cubículo contiguo por arriba viéndome. Se me hizo facil decirle "¿Te gusta verdad?" su respuesta nunca la esperé "Si, la tienes bien rica". Me espanté y para cuando reaccioné ya se estaba metiendo a mi cubículo. Para pronto me agarró mi pene fuertemente y me empezó a masturbar...quise reaccionar...él me calló...con su mano mientras con la otra seguía moviendo mi pene de arriba hacia abajo...mi respiración se cortaba más...mi pene se ponía más duro...él me decía al oido "¿Sientes rico?"...yo solo movía la cabeza insinuando un si...mi pene estaba más duro...se ponía rojo de hartar...él movía más su mano...sentía arder mi pene...yo quería detenerlo pero mi respiración iba más rápido...él movía más su mano...cuando de pronto sentí un fuego que salía desde mi interior por mi pene...el chorro de semén dejó marcado las paredes del cubículo...entonces Rentería retira la otra mano me cubría mi boca y su boca se acercó a la mía solo para decirme "shhhh"...diestramente con la mano que ejecutó la masturbación de mi pene erupcionado como un volcán, magistralmente con un dedo limpió la cabeza de mi miembro de todo líquido seminal.

Salió del cubículo...mientras puse mis manos sobre el muro para recobrar la respiración...mi pene bajo su endurecimiento, pero no del todo...tuve que forzarlo para meterlo en mis jeans blancos y cubrirme con la bata blanca de Química...salí a lavarme las manos...Rentería me esperaba y me dijo "Tranquilo, no pasó nada. Toma tu regla y regresemos al laboratorio". Le hice caso tal como si fuera mi verdugo, mientras mi respiración asmática trataba de recuperar el aliento normal...al regresar a los lavabos, Rentería me beso en los labios ligeramente, me tomó de la mano y me sacó del baño...iba en total shock.

Una vez dentro del labotario de Química trabajamos una fórmula con Azufre y fuimos el primer equipo en terminar. Mayela, una compañera, dijo "Pues ¿Qué hicieron allá afuera que regresaron tan energéticos?". Yo me ruboricé, pensaba que todos sabían lo que había pasado.

Confieso que una vez terminada la clase y una vez que todos se había ido, regresé al baño solo para corroborar que no hubiera ni una señal de lo que había pasado ahí entre Rentería y yo...nada había...ni siquiera el chorro monumental de semén que expulsé...en honor a ello, dejé arriba del migotorio la regla, que no solo para lo único que había servido era para medir mi pene...si no para iniciar algo que jamás había experimentado: que me masturbara en esa forma otra mano diferente a la mía.

6 comentarios:

  1. Encontré este blog por casualidad, pero me alegro de haberlo hecho, eres un muy buen escritor, y la historia es muy emocionante, estoy seguro que si lo intentas, podrías incursionar otros géneros (no digo que piense que esto sea ficción) saludos, y trata de publicar más seguido ;)

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  2. Impresionante! Sigue asi

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  3. Gracias por los comentarios. De hecho estoy a punto de retomar este intento de escribir mis historias y quizás explore otros géneros -como bien dices- tal vez como ficción.

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