SÁBADO, 29 DE MAYO DE 2010.- Como tradicionalmente las vacaciones las pasamos en la casa de la abuela paterna en la Ciudad de México, para la Semana Santa de 1983 no sería la excepción. ¡Y ahí vamos para la capital!
En la Ciudad de México es muy común que escasea el sumistro de agua potable, adicionalmente que se hacen los dichosos tandeos, que son cortar el sumistro por horas y sectores de la ciudad.
En uno de esos tantos cortes de agua, ya nos habíamos acostumbrado que mis papas y nosotros -mi hermana y yo- todos los días religiosamente nos íbamos a bañar a las regaderas públicas. Mi mamá con mi hermana, yo con mi papá. Hasta que de pronto pedí una regadera privada y me la concedieron, cosa extraña, pero así fue.
Entonces cada quién tenía su cuarto de regadera, mis papas, mi hermana y yo.
Llegado el fin de semana, mis tíos venían de Metepec a visitar a la abuela y casi siempre eran acompañados por todos sus hijos. Chuchín entre ellos.
Ese domingo ya estabamos cerrando la puerta de la casa para irnos a las regaderas públicas, que estan todavía cerca de la Villa de Guadalupe cuando se estaciona el auto de mis tios de Metepec, más parecido a los autos sardinas de promoción de los parques temáticos. Uno a uno salieron del pequeño auto compacto mis cinco primos, mi tío y mi tía. Practicamente solo les faltó el perico.
Chuchín se dejó venir a un lado mio inmediatamente y para pronto que se apunta para irse con nosotros a las regaderas públicas. Nos enfilamos hacia la Villa de Guadalupe esa fresca mañana de la Ciudad de México.
Llegando, como desde hacía una semana, cada quien a su privado cuarto de regadera y desde luego que Chuchín y yo en uno solo.
El joven que atendía las regaderas privadas, nos llevó al cuarto privado y nos explicó lo tradicional "esta es la llave del agua caliente y esta es la fría...cualquier cosa nos llaman e inmediatamente venimos...se cierra por dentro". Cerramos la puerta y que me entra el miedo ¿Quién sería el primero que se desnudaría? Opté por decirle a Chuchín "Bañate tu primero y aquí te espero". Lo que pasa es que esos cuartos están divididos el cuarto de reposo de la regadera y se dividen por otra puerta. Chuchín no aceptó, por lo que se empezó a quitar la camisa y me dice "Ahora tu", al quedarme inmóvil él tomó la iniciativa y me empieza a desabotonar mi camisa. Luego le siguió con el cinturón y le dije "eso no, yo puedo".
Totalmente desnudos nos metimos a bañarnos. Yo más relajado empecé a lavar mi cuerpo con jabón, cuando me dijo Chuchín que le tallara la espalda. Dudé pero lo hice. Nunca lo olvidaré pues fue la primera vez que sentí una erección. Él se dio cuenta. Mi respiración aumentó. Él giró hacia mi y vió mi pequeño pene virginal elevándose. Yo me apené. Él tomó mi pene entre su mano y me dijo, así se le pone a Fer pero más grande. Abruptamente le dije "Ya terminé, te espero acá" saliendo rápidamente del cuarto de la regadera hacia el cuarto de reposo.
Ahí me empecé a secar mi cuerpo, empezando por mi pene. No sabía que hacer. Luego me pusé la toalla en la cabeza para secarme cuando sentí la mano de Chucín, en la parte baja del abdomen. Me espantó. Él solo dijo "No tienes pelos como Fer". Me senté inmediatamente asustado. Tomé mi truza y me la puse. Él se acostó en el reposet totalmente desnudo. Le aventé una toalla encima y me salí.
No se volvió a repetir la escena hasta el año siguiente, pero eso será otra historia pero esta jamás se me olvidó como mi primera erección.
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